Realicé una breve aproximación a la escuela de Helsinki que atrajo mi curiosidad casi de forma inmediata. No dejo nunca de mirar el mar, es una fuente inagotable de inspiración. Aunque pudiera parecer el mismo paisaje en realidad cambia continuamente. Para esta serie trabajé sobre una estética onírica que provocara en el espectador una cierta nostalgia.
Viviendo en una isla es imposible no hacer fotografías del oceano. Es una fuente inagotable de inspiración que trae con cada ola una nueva posibilidad, un nuevo paisaje, siempre cambiante.